Y que va lliegando comadrita, alli a lo lejos lo videamos hablando retejuerte y todos corrieron hacia él. Yo la neta también jui pero ya alli no me dejaron subir porque ni mi alma cabía, eso estaba a reventar a lo gueno. Y pus no, ni sabía pa qué era, solo había escuchado en la corredera que daban 500 pesotes y pos los del partido siempre cumplen. ¿Se acuerda comadre cómo nos dieron nuestra despensa solo por marcar la papeleta de votación? Pos sí cumplen o eso creía. Al día siguiente todos en el barrio estaban enfermos, gripa, dolor de cabeza, moco verde y amarillo, flemas, esas asquerosidades. ¿Y sabe por qué? Esos hijo de la chingada, y nosotros no solo pobres y necesitados sino pendejos... en fin, esos hijos de la chingada los cogieron como conejillas de indias, les "vacunaron" para eso de la influenza, quesque pa ver si servía su medicamento mágico. ¿Y luego qué? Mnaaahhh, nada, se murieron cinco de mi calle, pero las familias con sus quinientos pesotes contrataron cable por dos meses.
Confabulaciones mentales del cotidiano
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