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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Las histerias de Martha y José

Como toda buena mujer de su época, Martha adquirió una histeria. Nunca pudo recordar en qué momento sucumbió al encanto, pero cree que su madre y la televisión tuvieron que ver. En la historia de las histerias se ocultan sus orígenes pero por más que intenté, no los pude inventar. Posiblemente al inicio de su comercio sólo eran para mujeres. Se volvió un boom, todas querían una y su practicidad invadió a los hombres. Para que los masculinos no se sintieran femeninos, les dieron a sus histerias el nombre de histerios. Dado que las histerias y los histerios eran una especie de ciclo lento de reproducción y crecimiento, y la demanda que tenían aumentaba considerablemente, poco a poco surgió la idea de su posible  extinción. Claro, se producía un escándalo cada que se advertía del peligro, y es que vivir sin ellas atentaba contra los códigos de comportamiento de una civilización que se jactaba de la carencia de salvajismo o brutalidad entre sus miembros. La relación entre las hi

Del compromiso al no sé qué de tu vida

Pareciera que el camino recto nunca existió como tal, siempre te recargaste a la izquierda o, inconscientemente, a la derecha. Las ideas te decían algo pero tus prácticas direccionaban a lo tuerto.  La verdad es que poco importaba la orientación que querías tomar. Te caías, doblabas, ibas en reversa... para todo hay justificaciones, siempre han existido y son válidas o inválidas dependiendo la época. Al final no tenías certeza de a dónde querías ir: mucho te parecía cliché, otro tanto chingaderas del camino y de los empedradores, de los demás transeúntes de la vida, a los que querías evitar, ignorar, creer nada... pero ellos son tú.  Pero no te distraigas... aquí lo importante es saberte en tu época y dilucidar la empresa a defender, porque aquí se elige, y si te vinieron con el cuento de que elegir era no elegir nada, pues esa "elección de la no elección" sustenta otra elección de camino, aunque lo quieras ignorar.  Seguro que sabes que el camino lo construyes

Luego de meses volví a leernos

"Quiero regalarte las estrellas o la luna entera" Estas mariposas, aleteo de memoria. Y fue memoria lo que hice. Que lindos los dos.  Ahora no importa el nunca encontrarnos, pesa más el siempre habernos deseado.  En esa expectativa creación de palabras, olores, texturas;  besos y caricias, calor y mordidas; miradas profundas y sueños de otros mundos;  construcción de nuestro propio espacio de recononocimiento y descubrimiento,  de cuerpos desnudos y orgasmos intensos.  Intercambio: música y poesía, dos idiomas, dos países, dos sexos, dos sentires y lógicas coincidiendo. Luego de meses lo leo, lo miro y lo siento sonriendo.  Gracias