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Mostrando entradas de 2014

Contención quebrada

Ella estaba ahí, vacilante y un poco tensa, sola. Un primer acercamiento, ese roce que comunicó una alerta a la central, la cual pidió calma pues podría ser un accidente así que simplemente contuvo la respiración y nada, ni un ápice se movió. Volvió a ocurrir, la central comenzó a encender las alarmas, la circulación aumento y el bombeo iba demasiado rápido porque se detuvo encima de ella, tres segundos después la acarició. Tanta alteración le hizo comprender lo sola que se sentía, el aislamiento hacía inevitable que cualquier situación la emocionara. Lástima de sí o seguir el momento, decidió olvidarse de ella misma y sonrió. Por fin, a la par que la acariciaban lo tomó con firmeza. Las dos manos hicieron el amor y de su acoplamiento una flor nació.

Las 6 del plátano

1) Tu plátano me gusta... Esa frase es todo lo que he querido escuchar desde que se me para. Que me la dijeran lentito al oído, suavecito, con un pequeña mordida de esas que hacen tiritar. Ahora que soy un hombre maduro más que las palabras prefiero la lamida. 2) A mi no me gusta el plátano, es feíto y curveado, y su sabor... no, no me gusta ni comerlo ni verlo, solo tenerlo. 3) Tu plátano se me antoja, insinuó con la mirada de bestia preparada para la embestida, no tuve de otra, se lo lancé por encima de las rejas aunque el letrero me lo prohibía. 4) Tu plátano es como dominico, así tan sin chiste y aburrido, tan flojo y aguadito, tan "no te gusto" y "aguanto muy poco". 5) Tu plátano me gusta, y comenzó a lamérmelo. Tu plátano me gusta, mientras lo engullía todo y dejaba de escuchar. Tu plátano me gusta y la vista se me nubló de rojo.. Terminé en el hospital sin él. 6) -Para la vida y el corazón comer banana es lo mejor- Anuncio pagado por la asocia

El viento

Y ahora toca evidenciar que mi memoria es lo que todos ya sabían. ¿Qué recuerdo? La silla, eso sí, la forma insistente con que tuve que acomodarme una y otra vez para ver, para no caerme, para evitar asfixiar. De fondo la gran pantalla con muchas cabecitas entre la imagen proyectada y mi persona. Joder, que era yo la que pedí ver esa película y ¿qué recuerdo? El viento, el viento, que no se ve directamente pero se sabe... El niño japonés y su mentor... Una idea, crear ideas, soñar ideas, apasionarse por las ideas, formarse para tener la capacidad, materializar ideas. Vivir por ideales, luchar por ellos y configurarlos. Si lo creado es destruido no importa, hay cosas que salen de nuestras manos destinadas al fracaso, no importa porque se vivió con sentido y placer al hacer lo que uno soñaba, y se encontraron en el camino personas con sueños compartidos. Al final la vida es viento y nosotros también.

Lágrimas color

-La carne se seca con la sal, y tus lágrimas son saladas. Deja de llorar que te marchitas y en cenizas queda todo.-  Pero el río no dejaba de fluir ante el estruendo llamado de la madre en cuya voz desesperada se leía el temor de la muerte. Ella, la pálida muerte que rozaba con detenimiento la aún caliente mejilla de la niña, que lamía sus labios, y abría sus ojos con esos dedos helados, pero cuando detuvo su atención en ellos, como nunca, sintió el alma que se salía sin permiso y dudó. Se apartó con la mente en la incertidumbre y dicen que jamás volvió a esa niña, y que esa niña jamás volvió a llorar.

La vida real, de oídas escuchada...

Y que va lliegando comadrita, alli a lo lejos lo videamos hablando retejuerte y todos corrieron hacia él. Yo la neta también jui pero ya alli no me dejaron subir porque ni mi alma cabía, eso estaba a reventar a lo gueno. Y pus no, ni sabía pa qué era, solo había escuchado en la corredera que daban 500 pesotes y pos los del partido siempre cumplen. ¿Se acuerda comadre cómo nos dieron nuestra despensa solo por marcar la papeleta de votación? Pos sí cumplen o eso creía. Al día siguiente todos en el barrio estaban enfermos, gripa, dolor de cabeza, moco verde y amarillo, flemas, esas asquerosidades. ¿Y sabe por qué? Esos hijo de la chingada, y nosotros no solo pobres y necesitados sino pendejos... en fin, esos hijos de la chingada los cogieron como conejillas de indias, les "vacunaron" para eso de la influenza, quesque pa ver si servía su medicamento mágico. ¿Y luego qué? Mnaaahhh, nada, se murieron cinco de mi calle, pero las familias con sus quinientos pesotes contrataron cable