Ir al contenido principal

Chingaderas


Las chingaderas se distribuyen en México al por mayor, de manera gratuita o con algún costo incluido. Te llegan a tu casa o las puedes recibir en la calle. Generalmente se reparte entre la clase media y clase baja pero sus efectos llegan a la alta, aunque esta no las quiera enunciar. Es más, como palabra es de México pero, como significados que flotan en los pensamientos, es del mundo. Es decir, en todos lados hay chingaderas.

Una chingadera tiene varias acepciones que se pueden fácilmente ubicar dependiendo el contexto. A dos de sus significados me quiero referir, a chingadera como algo de poco valor y como algún suceso muy negativo.

El poco valor de las chingaderas

Decir que una chinería es una chingadera suele considerarse redundancia o hipérbole, pero nos ayudará para comprender.

Muchos de los producto que se venden en México provienen de China, pero hay unos en específico que son chingaderas, los que nos topamos en la calle, en puesto de "todo al mismo precio" cuyo mismo precio va de los $3 a los $7. Esos productos pueden ser extensiones eléctricas, espejos, biles, sartenes, tapetes, aretes, TODO lo que uno pueda imaginar, pero con una característica en común: son de la peor calidad.

Accedes a algo gracias a que es muy barato pero no dura lo suficiente y cumple muy precariamente con su tarea, se descompone, rompe, despinta, o causa daño, de manera increíblemente rápida. Cuando uno compra una de estas chingaderas es muy ingenuo y al final cree que le vendieron gato por liebre, aunque la verdad a leguas se notaba que era un gato.

Una chingadera es algo de poca calidad, que no dura, que no aguanta, que se deshace antes de lo previsto, que no sirve o a lo que simplemente no le das importancia o desconoces:

-Pásame esa chingadera- funciona como -pásame esa cosa-

Impresionantemente pasamos de una chingadera como algo de poco valor a algo que contiene fuertes cargas de negatividad.

Chingaderas como lo negativo

Un mexicano fácilmente podría comprender que una chingadera es cuando te está llevando la verga, pero un extranjero poco entendería qué tiene que ver la verga en esto. En realidad es muy fácil, si una verga te está llevando es porque previamente te insertó, es decir, alguien más te cogió. Lo negativo del asunto se da cuando nos adentramos a las mentes masculinas a las que les parece insoportable que otro hombre les meta el pene por el culo porque implica una degradación, dolor, humillación, vergüenza, frustración, todos aquellos sentimientos evocados luego de una violación. Pero de alguna forma retorcida, al menos en el discurso, meterle la verga a otro hombre significa que eres más chingón, mejor, que ese al que te cogiste, que antes de dejarte humillar, humillaste.

Retomando, desde esta perspectiva, una chingadera es cuando algo muy malo en la vida te sucede, por ejemplo:

a) La muerte NO es una chingadera, a todos nos ocurre. Pero cuando esa muerte se da gracias a la política de militarización del país porque: no te detuviste en un retén y los militares suponen que es porque eres un narco y disparan dejándote sin vida junto con tu familia; eres activista social y los militares te matan para luego colocarte una narcomanta acusándote de vínculos con el narco y excusar su acción; o simplemente porque ibas caminando te acusan de narco para aumentar sus cifras de detenidos pero te pusiste a reclamar tus derechos y prefieren matarte aludiendo a una agresión casi fatal de tu parte: ES UNA CHINGADERA, una completa CHINGADERA.

b) Que alguien te pida ayuda NO es una chingadera. Pero cuando ese alguien es alevoso y se aprovecha de la situación para robarte o en general transgredirte, ES UNA CHINGADERA.

c) Que la sociedad sea injusta, que personas mueran de hambre, que consumamos sólo para sentirnos bien sin importar la contribución al capitalismo y la degradación del ser humano, que acosemos a los más "débiles", que robemos a los que poco tienen, que nos sintamos superiores y con el derecho de aplastar a los demás... ES UNA CHINGADERA, pero que uno por miedo, comodidad o agrado prefiera dar la vuelta para no ver y seguir tragando mierda, ES UNA CHINGADERA MAYOR.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Proemio, pinturas de transición

 

José monólogo

Labios higos con dulce de leche, labios chocolate derretido, labios azucena y miel, tan públicos, tan públicos y poco míos. Y esos ojos con ausencia de mí, tan almendra negra que vela a las almas tristes. Mi cuerpo extraña tu abrazo, ese contacto suave y firme de suspiros profundos. La cobardía me cubre casi en la totalidad, solo mis dedos, que escriben este texto, han quedado desprotegidos y se sublevan, pero qué pueden hacer esos pequeños frágiles que se entumen todas las mañanas. Te hubiese gustado estar aquí, la nostalgia bajó hoy por las montañas en forma de neblina y nos cubrió a todos. No alcanzo a ver nada a mi paso, solo luces borrosas en una calle trémula e indiferente. Me imagino que hoy es luna llena y tú no la verás, preferirás quedarte en casa porque escuchaste que en noches de luna llena la bestia se apodera de todos y los índices de crímenes y accidentes aumentan. Te gusta creer tonterías y entonces no estarás caminando bajo la misma luna por la que apenas si a...

José solo y Martha sombra

Un fantasma andante sin identificación ni temporalidad, así se encontró José a sí mismo a inicio de su existencia, luego de abrir por primera vez los ojos. Ya con visión, procede el trastabilleo de las piernas que lo pretenden sostener y trasladar. La sensación de la firmeza de la tierra se convirtió en su primer recuerdo, el segundo fue descubrir a una intrusa. La vio tímida al inicio, como quien no quiere pero al final, se da a lo grande. Aquella forastera salida de la incertidumbre se ató fuertemente a sus pies y comenzó a seguirlo durante el día. Tan acostumbrado a la soledad que había durado sus cinco primeros instantes de vida, que la idea de que alguien le sujetara le causó repulsión. Intentó de todo para desafanarse de esa carga pero todo inútil fue, menos esperar la ocultación solar y revelar que las noches eran enteramente para él. De día aprendió a inhalar el calor húmedo del ambiente y a llevar su ritmo, sin rumbo ni oficio ni beneficio arrastraba con fastidio esa zán...